La subregión del Canal del Dique y el Embalse del Guájaro están en una situación de alto riesgo y necesitan atención urgente. Esta premisa, aunque alarmante, no debería sorprender a nadie, lo sorpresivo es, desafortunadamente, que tenemos que seguir repitiéndola.
Desde el pasado 20 de julio, cuando comenzamos labores en la Cámara de Representantes, estamos repitiendo la advertencia. Las acciones para mitigar el riesgo de los pueblos ribereños en la cuenca del Dique son urgentes. La gente tiene miedo, y con justa razón, los recuerdos de la inundación de 2010 siguen vivos, y nadie quiere volver a tener que vivir una tragedia similar. Por eso nos hemos dado a la tarea de llevar este clamor de urgencia ante todas las instancias del gobierno nacional y local.
Comenzamos sin dilación, entendiendo la necesidad de actuar rápido, por lo que el pasado 26 de julio propusimos que se conformara una Comisión Accidental en la Cámara de Representantes para abordar los temas referentes a la subregión del Canal del Dique, el Río Magdalena y la ecorregión del Embalse del Guájaro. Dicha comisión no solo se hizo, sino que fue replicada en el Senado de la República y fue instalada de manera conjunta 26 de agosto en el municipio de Santa Lucía.
Ese día nos reunimos con representantes del Gobierno Nacional de la talla del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, el Director de la Unidad Nacional de la Gestión de Riesgo de Desastres (UMGRD), Javier Pava, y la directora del IDEAM, Yolanda González, entre otros; y también con la Gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera. Aunque el tema central era socializar el proceso en el que se encontraba el megaproyecto de navegabilidad del Rio Magdalena, al escuchar las más de 50 intervenciones de hizo la comunidad, era claro que la principal preocupación tenía nombre y apellido: que el Dique no se rompiera de nuevo; que no se repitiera la tragedia de 2010.
Como resultado de las labores de la Comisión Accidental, se instaló el 31 de agosto un Puesto de Mando Unificado (PMU) en Santa Lucía para monitorear los niveles del Río y del Dique, y para coordinar las necesarias y apremiantes acciones de mitigación.
Para esa fecha también se le envió una comunicación al presidente Gustavo Petro, informando las conclusiones de la sesión conjunta de las comisiones accidentales de Senado y Cámara de Representantes, y reiterando la necesidad de intervenir en la subregión del Dique para impedir una nueva inundación.
Sabemos, por un estudio realizado por la Universidad del Magdalena, qué obras se requieren puntualmente en el sur del Atlántico, y sabemos que estas tienen un costo cercano a los 30 mil millones de pesos, por lo que manifestamos en un nuevo oficio enviado el pasado 5 de septiembre al presidente Petro, al ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo y al director de la UNGRD, Javier Pava, la importancia de asignar recursos al Fondo Nacional de Gestión de Riesgo con los que se pudieran adelantar las obras.
Un mes después, el 5 de octubre, desde la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, hice un llamado de atención al doctor Pava para que se pusiera en marcha el plan de acción de mitigación de riesgo, el cual todavía no arrancaba de manera concreta.
Ese día, en una reunión privada con el doctor Pava, reiteré que la principal urgencia está en la ecorregión del Embalse del Guájaro, el cual está llegando a sus límites, por lo que supone una amenaza inminente de inundación en las poblaciones aledañas. El director de la UNGRD conceptuó que entre las obras que se necesitaban estaba una recanalización desde la zona de las compuertas en el corregimiento de Villa Rosa en Repelón para desaguar al Canal del Dique y lograr que los niveles del embalse empiecen a descender.
Vemos con optimismo las recientes noticias de los medios locales anunciando la puesta en marcha de estas obras, adelantadas por la Gobernación del Atlántico y la CRA y esperamos que el tiempo transcurrido no haya sido demasiado para poder contener la situación de riesgo.
Cabe destacar que en los últimos días, gracias a un trabajo coordinado con el senador del Pacto Histórico, Pedro Flores, se logró establecer un canal de diálogo con el presidente Petro la gobernadora Elsa Noguera, y el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, en el que una vez más reiteramos la urgencia de atender los efectos de las lluvias sobre la ecorregión del Guájaro y en toda la subregión del Canal del Dique.
No dejaremos de insistir con este tema, a diario líderes y amigos del sur del Atlántico y de Bolívar nos contactan angustiados por la inminencia de una inundación grande. Sabemos que las lluvias durarán hasta diciembre y serán más intensas en estos últimos meses del año. No queremos repetir la tragedia de 2010, las alarmas están encendidas y no descansaremos hasta que seamos escuchados.
Todo indica que este Gobierno escucha y quiere actuar, pero para resolver la problemática de la ecorregión del Embalse del Guájaro y la subregión del Canal del Dique, necesitamos que entiendan el significado de lo urgenteLee más aquí